Recalentamiento del motor: Causas y consecuencias
Los carros sufren averías. Eso es un hecho. Pero, en caso de que las sufran, debemos tener el máximo conocimiento posible para poder sobrellevarlas. Una de las más comunes, es el recalentamiento del motor. Contar con un conocimiento básico en este aspecto puede ahorrarte tiempo y dinero. Además, también es esencial aprender a distinguir cuando podemos arreglar esta situación nosotros mismos y, por contra, cuando debemos buscar ayuda profesional
Causas del recalentamiento del motor
Son varias las causas o razones que pueden generar recalentamiento del motor. Es importante que tengas presente las causas principales de este percance, para evitar así futuros inconvenientes.
Algunas de ellas son:
Bajo nivel de aceite: Al no hacer un control adecuado del cambio de aceite, puede producir el recalentamiento del motor, ya que el aceite es el encargado de lubricar correctamente las piezas del vehículo. De ser este insuficiente, generará más fricción, por lo tanto, mayor temperatura.
Fallas en la bomba de agua: La bomba de agua es la encargada de circular el líquido refrigerante dentro del motor. Si tu auto evidencia fugas o escapes, es porque dicha bomba está presentando fallas, y, por ende, también el sistema de refrigeración, lo cual puede concluir en un indeseado recalentamiento del motor.
Deficiencias en el termostato y ventilador: Dos piezas fundamentales para regular la temperatura del motor son el termostato y el ventilador. Por una parte, el termostato es una válvula que regula el paso del refrigerante al motor al detectar temperaturas elevadas, si este se atasca o tapa, el líquido no puede pasar al radiador. Mientras que, el ventilador se encarga de tomar aire de la parte externa del coche, y llevarlo al interior. Por lo anterior, cualquier inconsistencia o daño en estas dos piezas puede derivar en un recalentamiento del motor.
Radiador ineficiente: Si el radiador tiene un funcionamiento deficiente, el recalentamiento del motor será inevitable, pues regular la temperatura es la principal función de esta pieza, por esto es importante mantener la limpieza en esta pieza. Además, se recomienda que el líquido refrigerante sea de buena calidad, para evitar oxidación y que esta misma genere obstrucciones.
Problemas en la correa de repartición: La correa de repartición es la encargada de proveer la energía necesaria para la bomba de agua y el ventilador. Es por esto que una falla o ruptura en la correa afecta directamente el sistema de refrigeración del auto.
Consecuencias del recalentamiento del motor
Dependiendo de la gravedad del sobrecalentamiento, la potencia de tu motor puede verse reducida, ya que los anillos y cilindros de los pistones pierden su sello hermético. A medida que el motor se calienta más y más, los pistones pueden hincharse hasta el punto en que ya no hay espacio para la expansión y se raspan contra los cilindros, dañando los pistones y los cilindros.
Las válvulas de escape también pueden adherirse o desgastarse en sus guías. Esto puede dañar las válvulas, guías y conducir a una pérdida de compresión. Otra consecuencia del sobrecalentamiento del motor puede ser una junta de cabeza dañada. El calor hace que el aluminio se hinche casi tres veces más rápido que el hierro fundido. La tensión térmica puede distorsionar la cabeza y hacer que se hinche en áreas que son más cálidas. Por lo general, esto hará que la junta de cabeza pierda la compresión entre los cilindros adyacentes, o que gotee refrigerante en los cilindros.
El sobrecalentamiento del motor además puede causar que una leva superior se agarre y se rompa. Así como, sobrecargar las mangueras viejas del radiador y del calentador y hacer que estallen bajo la presión adicional. El vapor que se genera dentro del sistema de refrigeración también puede dañar los radiadores con tanques de extremo de plástico.
¿Qué debemos hacer cuando se recalienta el motor?
Detener el vehículo lo más pronto posible: Lo primero que debes saber es que es peligroso conducir con un motor sobrecalentado, así que tendrás que parar tu vehículo a la que te sea posible. Sin embargo, y aunque exista riesgo, los daños no serán inmediatos.
Levantar el capó cuando no salga vapor: Si no sale vapor del capó, levántalo. Si sale vapor, espérate a que pare y, entonces, levántalo. Abrir el capó del vehículo ayudará a disipar parte del calor proveniente del motor y contribuirá a que el carro se enfríe de manera más rápida.
Revisar la manguera superior del radiador: Esto te ayudará a saber si es seguro quitar la tapa del radiador. Si la manguera no se comprime cuando la aprietas, es probable que el sistema esté bajo presión y, en ese caso, no debes quitar el tapón del radiador. En el caso contrario, si la manguera se comprime fácilmente cuando la aprietes, es muy probable que sea seguro quitar la tapa del radiador.
No quitar la tapa del radiador mientras el motor siga caliente: En caso de hacerlo, la presión y el vapor podrían disparar un chorro líquido hacia ti y debes tener en cuenta que, dentro de un sistema cerrado, no hierve. Sin embargo, una vez fuera, puede causar quemaduras graves: Cuando estés seguro de que puedes quitar la tapa, ayúdate con una toalla o con un trapo grueso y gira el tapón del radiador hasta quitarlo por completo.
Revisar el motor en busca de fugas: Ésta es la causa más común del sobrecalentamiento del motor. Por ello, es preciso que busques un líquido en el motor o debajo del mismo coche. Así sabrás cuál es el problema.